PALS
Casi toda la población es un recinto medieval
amurallado. En él destaca la Torre de las Horas, y la Torre de Rom, que
actualmente hace las veces de mirador. La Torre del Homenaje es románica, de
planta circular, levantada entre los siglos XI y XIII. Sus 15 metros de altura
se asientan sobre una plataforma de roca natural, en la que también se
encuentran numerosas tumbas visigóticas. Durante el siglo XV fue utilizada como
campanario, por lo que se le conoce como la Torre de las Horas.
En Pals, además del trazado
medieval de sus callejuelas, hay que buscar el detalle en los ventanales
góticos, los pozos, los arcos, los umbrales de las puertas y un amplio abanico
de rincones interesantes.
El recinto limita con la
iglesia de San Pere, mezcla de diferentes estilos, con muchos elementos barrocos y fachada románica, que fue lo que
quedó de una iglesia realizada en el siglo XIII, sobre la que, dos siglos después
se levantó un templo gótico. Desde el mirador, llamado el Pedró, se obtiene una
bella vista de la Comarca, cuajada de cuidadosos cultivos y masías fortificadas
muy antiguas –algunas se remontan al siglo XVI- rodeadas de frondosos pinares.
Como muchas otras
poblaciones de la Costa Brava, Pals se fortificó como medida protectora ante
los ataques de la piratería berberisca. Por ello, la extensa playa queda a 6
km. El agua tarda mucho en cubrir, semejándose a nuestra playa de Bocachica. En
ella se conservan todavía las instalaciones de Radio Liberty, la emisora
norteamericana que durante el período de la guerra fría, hacía llegar desde
aquí hasta el mismísimo corazón de Siberia sus mesiánicos mensajes.
El nombre de Pals proviene
del latín palus, terreno pantanoso. Como en gran parte de la Baix Empordá, antaño las marismas cubrían la llanura y hoy, cuando arrecian las lluvias,
todavía afloran antiguas lagunas.
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