lunes, 30 de marzo de 2015

Andanzas por España VI : Benidorm

PARTIDA DE OVIEDO

Henchidos de sentimiento dejamos Oviedo. Llamamos al taxi. Felipe Adolfo y Valerie nos acompañan. El taxista nos da más vueltas que un trompo, alargando nuestra despedida a la medieval ciudad. Con la precipitación de que no nos dejara el tren no pude ni despedirme de nuestros sobrinos.
Un tren bastante viejo e incómodo. Rememoraba, mutatis mutandis, al tren que tomaba yo, en el 1951 para ir desde Pamplona a Villarreal de los Infantes.


Desde la 1:30 de la madrugada hasta las tres, tuvimos que esperar a los trenes provenientes de Irún y creo que de ´Santander o Burgos. Una vez hecho el enlace, partimos para Madrid. Llegamos con hora y pico de tiempo para tomar el próximo tren.


Llegamos a Madrid por la Estación de Chamartín. Una estación tan grande y laberíntica no es tan sencilla para quien no ha estado nunca. Preguntando aquí y allá, logramos embarcarnos para la estación de Atocha. Y una vez en Atocha, cuando logramos introducirnos en los salones de embarcar, sin  tiempo para desayunar, tenemos que bajar al tren. Un viaje demasiado movido.


Según nos vamos adentrando en tierras valencianas, nos sentimos rodeados de infinitos naranjales, como infinitos son los pensamientos que acuden a mi mente. Javier, mediante el celular, nos acompaña todo el viaje. Llegamos a Gandía. Javier nos espera. Hace un tiempo primaveral.


En la Comunidad Valenciana, la comarca La Safor está compuesta de 30 pueblos, siendo el corazón de ellos, Gandía.
Gandía es una ciudad bella. En el casco histórico no puede dejarse de visitar el Palacio Ducal, donde se rodó la película “Los Borgia”; el antiguo hospital medieval, hoy sede del museo arqueológico MAGA y la iglesia de Santa María, elevada a Colegiata por Alejandro VI.

 La Plaza del Ayuntamiento, como en la mayoría de ciudades españolas, es un punto de visita.
Como calle, hay que dar un paseo por el Passeig de les Germanies y degustar el Buffet de los Chinos. Cuando nos acercamos al río Serpis, hay una escultura que, según Javi, es idéntica a mí.


Por otro lado el Grao yla Playa de Gandía son un mundo diferente, otra Gandía que en el verano vibra con vida propia. Una caminata nocturna por el Passeig Maritim Neptú no tiene precio. Cerquita, a un par de kilómetros, en la Platja de Guardamar de La Safor, en la Avenida Rosa dels Vents, nº3, se está levantando un bloque de viviendas de playa, cuyo encargado de la obra es nuestro hijo Javier. Pegadito, en la Platja de Bellreguard tiene Javier su vivienda.

BENIDORM: UN SUEÑO

La línea ALSA, en dos horas y media nos traslada a Benidorm. Pasamos por diferentes ciudades como Oliva, Denia, Jávea, Pedreguer, Gata de Gorgos, Benissa, Calpe y Altea, ciudades todas muy bonitas e importantes.


Benidorm es la playa de los rascacielos. Pese a ser una ciudad eminentemente turística, las cosas y servicios no están más caros que en otras partes de España. Los 2 kilómetros de Playa era un hormiguero de gente. Temperatura en Febrero: 20º C. Desde el Mirador del Castell hay vistas impresionantes, tanto de la Playa de Poniente, como de la Playa de Levante.

 Así mismo avistamos la isla de Benidorm. Comimos a gusto en la misma playa. Echamos un rato la siesta. Caminamos hasta agotarnos y a las 11:00p.m. ya estábamos en Gandía, cansados pero felices. Tomamos encantos de fotografías. Soñadoras puestas de sol. Recuerdos imperecederos de un sueño en etapas.

Rumbo a Pamplona: Viaje Odisea

Partimos hacia la estación de Gandía. Al torcerse Javi para recoger la maleta, se lastima el torso. Compramos el billete para Valencia con la hora justa. Al bajar a la estación el dispositivo automático de entrada se daña y nos tienen que llevar por escaleras normales, cargando con la maleta en mano y llegando al tren ya saliendo.

 Es un tren de cercanías que para en todas las estaciones. Llegamos a Valencia con el tiempo justo para tomar el tren que nos trasladará a Tarragona. Digo justo por el horario, aunque salimos tarde por retraso. En lugar de recuperar el tiempo perdido, el tren se va atrasando y uno sufriendo, dudando si llegará a tiempo a Tarragona, para conectar con el Talgo que nos tiene que trasladar a Pamplona.


Había un grupo que iba también a Pamplona, y ante la incertidumbre de llegar a tiempo, despoticaban contra la Renfe como forma de desahogarse. Paró el tren, en la vía izquierda del andén y en la derecha estaba el Talgo, ya listo para partir. Corrimos y logramos montar, justo ya saliendo. Ya en el asiento, un joven muy agradable me ayudó a poner la maleta  en el maletero. Ya sosegados, llegamos a Pamplona.


A Propósito del Domingo de Ramos

La Semana Santa es la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Es una semana de intensa actividad litúrgica.

Me apena, como creyente, ver a los no practicantes esperar ansiosamente esta semana para vacacionar. Esta semana no ha sido concebida para ellos. Es una semana de conmemoración del gran evento salvífico de la Muerte, y Resurrección del Salvador.

En definitiva, si se mantiene en el calendario la Semana Santa (que para muchos no es tan santa), es para aprovecharse de un ciclo vacacional que, en Uruguay, dada la secularización de las fiestas religiosas por ley, se conoce como "Semana de Turismo".

Acabamos de celebrar el Domingo de Ramos.

"...muchos tendían sus mantos por el camino, otros cortaban ramas de los árboles  y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás, daban voces diciendo:¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"

Esa misma gente que hoy lo aclaman, en breve pedirán su crucifixión. El ser humano es voluble e interesado. Los intereses espúreos se atreven a cambiar el sentido de la vida, los sentimientos más puros y hasta el ADN de las personas.

¿Dónde están ahora todos los curados por Jesús: ciegos, leprosos, paralíticos y tullidos?

No debemos renunciar a hacer el bien, pero conscientes de que los beneficiados, en cualquier entresijo de la vida, podrán asestarnos una navaja trapera.

sábado, 28 de marzo de 2015

El Invierno de mi Vida


Recibí un correo en el que me recordaban  que ya era invierno en mi vida.

El tiempo pasa y siempre le coge a uno desprevenido. ¡Cómo se pasan los años!

Tengo vivencias desde mi primer año de vida. Todos los años los he vivido uno a uno. Al principio tardaban en pasar, al final se han ido veloces. ¿Dónde están mis ilusiones, mis sueños, mis realizaciones, mi juventud?

Cuando veía gente mayor, a la que siempre estaba dispuesto a ayudar, jamás pensaba que ese invierno me llegaría tan rápido.
Mis amigos de juventud se han ido muriendo; los que viven son ya personas mayores que se mueven con lentitud, dando razón a la canción: "...ahora sí caminas lerdo, viejo mi querido viejo"

Unos en mejor forma que otros, la edad deja estigmas en el cuerpo y todos somos aquellos mayores que jamás soñamos llegaríamos a ser.
Tomar una siesta no es algo reconfortante, como antes, es algo necesario, porque si no lo hago por mi propia voluntad, simplemente me quedaré dormido donde esté sentado. El Metro es testigo, cuando consigo asiento, de lo que digo.

El invierno de la vida es la etapa de los dolores y achaques, pérdida de fuerza o habilidades, pero no importa lo que dure, para quienes tenemos fe, nos espera como recompensa una vida mejor.
Ciertamente que hay cosas que no hubiese querido hacer, otras que, por una u otra razón, no llegué a hacer; pero en general, estoy satisfecho de las muchas cosas que hice.

No sé si tú llegarás al verano, otoño o invierno de tu vida, pero debo recomendarte que lo que tengas que hacer lo hagas pronto, pues el invierno de la vida llega pronto;¡imagínate si no llegas al invierno!

Di a tus seres queridos que los quieres y ayúdales en lo que puedas. Así te recordarán con cariño, por todo lo que hiciste por ellos.
La vida es un regalo que se te ha dado. La forma en que la vivas es decisión tuya. Sé feliz  y transmite felicidad a quienes te rodean.

Si te olvidas de los nombres de la gente, no te importe; otros se olvidan de que te conocieron.

Tienes tres tallas en el armario; dos de ellas jamás llegarás a usar, pero hay algo sagrado que jamás olvidarás: las viejas canciones y, sobre todo, los viejos amigos.

Proverbio chino: recuerda que el día en que naciste, todos reían y tú llorabas; vive de manera que cuando mueras todos lloren y tú rías.

Andanzas por España V : Avilés


AVILES

Como de costumbre, vamos temprano a la estación de autobuses, nuestro punto de partida para cualquier excursión  en Asturias.
La Comarca de Avilés destaca por su paisaje industrial, por su tradición marinera y por sus extensas playas de fina arena. Como siempre, alargamos lo más posible el día, que siempre resulta corto para sacar provecho del paseo.


Avilés es el tercer núcleo de población más grande de Asturias y el segundo puerto más importante de la región. Está situado al Oeste del cabo Peñas y en la margen izquierda de la ría que lleva el mismo nombre. Constituye, junto con Gijón, el principal eje industrial del Principado.

 Comenzamos nuestro paseo por la Plaza España, centro histórico de Avilés, un triángulo formado por tres nobles edificios: el Palacio Municipal o Ayuntamiento, la Casa de García Pumarino y el Palacio del Marqués de Ferrera, levantado en el siglo XVII. Seguimos nuestra marcha por la calle de la Ferrería, la que más vestigios guarda del Avilés Medieval, no en vano era la principal entre las que discurrían dentro de las murallas de la Villa. 

El baluarte defensivo fue demolido en el s. XIX. En la Ferrería encontramos la casa de Valdecarzana, de fachada gótica y Sede del Archivo Histórico de Avilés, el edificio civil más antiguo de Avilés (s.XIV). En la Plaza Carlos Lobo se enseñorea la Iglesia de los Padres Franciscanos, el edificio de Avilés con mayor antigüedad conservado hasta hoy. Durante siglos fue la Parroquia San Nicolás de Bari. Construida entre finales del siglo  XII y XIII, su factura original  responde al estilo románico.


En los Alfolíes se encuentra la Capilla de los Alas (s.XIV). El Parque del Muelle ha sido el parque tradicional de Avilés, desde su construcción, a finales del s.XIX, espacio ganado a la mar, lo que también hizo que se desplazara al puerto, de origen medieval, hacia la margen izquierda de la Ría. La iglesia vieja de Sabugo se encuentra en el medieval barrio de Sabugo, en la plaza del Carvayo, único barrio extramuros del Avilés Medieval.


En la Plaza La Merced está la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, la nueva Sabugo, pues la antigua Sabugo resultaba muy pequeña. Desde ahí contemplamos la Casa de Eladio Muñiz, indiano de Avilés que tuvo la suerte de hacer fortuna en Cuba y construyó este edificio en el 1903, para ofrecerlo a su esposa como regalo de bodas.

 En la Plaza Hermanos Orbón se construyó la Plaza del Mercado, desecando terrenos de marisma y canalizando subterráneamente el río Tuluego. Su perfecta simetría y el hecho de que la plaza esté completamente rodeada de galerías, es lo que le da una originalidad impactante.

 En la Plaza Camposagrado se construyó en el s. XVII el Palacio de Camposagrado, el mejor ejemplo de barroco asturiano y  Nueva Sede de la Escuela Supeior de Arte de Asturias. En la misma plaza se ubica la Escuela Municipal de Cerámica, en un restaurado edificio del s.XVI.


El Palacio del Marqués de Ferrera es uno de los cuatro (junto con el Municipal, el de Camposagrado y el de García Pumarino) que componen parte de la espléndida herencia barroca de la ciudad. La fachada principal da a la Plaza de España y la lateral a la calle San Francisco. La Fuente de los Caños de San Francisco es uno de los símbolos arquitectónicos más emblemáticos del casco histórico de Avilés. Su situación, entre el Palacio Ferrera y la Iglesia de San Nicolás de Bari, ayuda a realzar este original monumento del siglo XVII. La <iglesia de San Nicolás de Bari es el antiguo convento de la comunidad franciscana, que la edificó al llegar a Avilés en el siglo XIII. En la Plaza Alvarez Acebal está la Casa Municipal de Cultura, inaugurada en 1989.


Entre las calles Julia de la Riva y Alfonso VII, aflora el Palacio de Balsera, Conservatorio Municipal de Música, edificado a principios del s. XX, de volúmenes bien compensados, de cargada ornamentación y coronado por una vistosa torre historicista.

La calle Galiana es, junto con la de Rivero, de las más singulares y populares calles de la ciudad. La parte soportada, contemplada desde su inicio, en la Plaza Alvarez Acebal, forma un encantador laberinto interminable a la vista.
No sólo destacan los soportales  en la calle Galiana, también hay edificios relevantes que ayudan aún más a realzarla. La del indiano Arias de la Noceda es una de ellas. Avilés cuenta con 13 parques públicos. El mayor (81,000m2) y más utilizado es el de Ferrara, uno de los más importantes y vistosos de Asturias. El jardín francés es un espacio singular.


La calle de Rivero es una de las más tradicionales de la ciudad. Es la más transitada de las antiguas calles, dada su proximidad con importantes barrios de alta densidad demográfica.
En la calle de Rivero hallamos la casa de García Pumarino, (o Palacio de Llano Ponte), elegante edificio del s.XVII, que responde a un proyecto más de los excelentes arquitectos avilesinos Menéndez Camina, que siguieron el del Ayuntamiento. La armonía de fachadas entre ambos sigue siendo notable.

 El Palacio Municipal (Ayuntamiento de Avilés), es uno de los tres edificios nobles que se levantaron en el s.XVII, extramuros de la ciudadela amurallada, lo que significó, desde el punto de vista urbanístico y económico, un gran avance para Avilés.
El teatro Palacio Valdés, uno de los tres grandes teatros asturianos, junto con el Campoamor  de Oviedo y el Jovellanos de Gijón, fue construido en 1920, cuando Avilés tenía tan sólo 12,000 habitantes.


El Palacio de Maqua es un noble edificio levantado en la Cámara, cuando esta calle comenzaba a ser  la principal de la ciudad.
Todo este recorrido lo hicimos guiados por gente especializada de Turismo. Comenzamos el recorrido a las 4 de la tarde. Para aprovechar el día nos fuimos por la mañana a la Playa de Salinas, una de las mejores playas del Norte de España, para la práctica del surf. Es una de las playas mejor comunicadas. Además del transporte público –con autobuses urbanos cada 15 minutos- dispone de amplios aparcamientos.


En la Plaza La Merced tomamos el urbano y en media hora estábamos en la Playa Las Salinas. Desde Salinas, andando, se sube hasta la zona de Pinos Altos, que cuenta con áreas recreativas y constituye un excelente mirador, desde el que podemos contemplar el entorno costero: Museo de Anclas, la localidad de Salinas, las playas de Salinas y San Juan, las dunas del Espartal y la desembocadura de la Ría de Avilés y hasta el Cabo Peñas. Las dunas pueden ser recorridas a través de pasarelas de madera que permiten su disfrute sin dañar el ecosistema.


Disfrutamos de la naturaleza y nos apresuramos a llegar a Avilés, pues nos esperaba el paseo guiado por la ciudad, que hemos descrito arriba. Terminado el paseo, a la estación de autobuses, para regresar a Oviedo, soñando con Avilés Medieval.


viernes, 27 de marzo de 2015

Andanzas por España IV: Gijón

Oviedo, 31 de agosto de 2006 (GIJÓN)

Javier va a estar poco tiempo y, a pesar de sentir el cansancio de la caminata del día anterior, por los lagos,  nos levantamos con diligencia y tomamos nuestro autobús rumbo a Gijón.

Nos apeamos en la estación de Gijón, sita en la c/Llanes. Por frente de la estación de la Renfe (c/Pedro Duro) desembocamos en la Rodríguez San Pedro, que nos lleva derechitos  al Museo del Ferrocarril. Querer ver Gijón y sus Museos en un día es poco menos que imposible.

 Habíamos estado unos días antes  y conocemos ya los puntos de interés. El Museo del Ferrocarril de Asturias, inaugurado el 1998, nos explica la evolución industrial y social de Asturias, a través de una importante colección de patrimonio ferroviario. Es digno de verse. Y un recuerdo imperecedero de los trenes que en nuestra adolescencia tomamos para dirigirnos a nuestra casa de estudios en Villarreal de los Infantes (Castellón de la Plana).

 Tomando la Rodríguez San Pedro hacia el Norte, llegamos a la Plaza del Marqués, ocupado su centro por la estatua de Pelayo, escultura de bronce que data de 1891, cuya silueta figura en el escudo de la ciudad. A un lado, contemplamos uno de los edificios más representativos de Gijón, convertido en prestigioso Centro Internacional de Arte Contemporáneo, el Palacio de Revillagigedo  y la Colegiata de San Juan Bautista. Fueron construidos en la primera década del siglo XVIII. 

En la misma Plaza destacan otras casonas , como la Casa de los Ramírez-Jove, s.XVI y, próxima a ésta la Casa de los Nava del s. XVIII. Desde esta Plaza del Marqués contemplamos el antiguo Puerto de Gijón, en el que nos es fácil evocar los antiguos veleros que atracaban en la época.


Por la travesía Jovellanos nos acercamos en un minuto a la Plaza Jovellanos, donde se yergue el Museo de la Casa Natal de Jovellanos, casona que data del s.XV, con ampliaciones y reformas hasta el s.XX, donde nació el personaje  gijonés más ilustre en el 1774. En la anexa Capilla de los Remedios, se encuentra su sepultura y, junto al solar familiar, se encuentra la primitiva sede del Real Instituto de Náutica y Mineralogía, hoy convertido en honor con su nombre, fundado en 1794.


Muy próxima se encuentra la Plaza Mayor y Casa Consistorial, terminada en 1865, que constituye el nexo de unión entre el antiguo barrio alto y la nueva ciudad que se estaba gestando. En su interior se celebran múltiples conciertos, especialmente durante el verano, y festivales de todo tipo, como el de la sidra o el mercado artesano, que se organiza un fin de semana de cada mes. Cimadevilla es un barrio que mantiene en sus calles la esencia de lo que fue Gijón durante siglos.

 Callejeando descubrimos el sabor añejo y, a veces descuidado, de sus antiguas casas de pescadores, el encanto de plazas como la de Cimadevilla y la Corada, hoy repletas de bares y cafeterías, la fábrica de tabaco, en el Antiguo Convento de las Agustinas Recoletas (s.XVII).

Restaurantes, sidrerías y Casonas jalonan las calles adyacentes. No podemos olvidar la Capilla de la Soledad (1674), antigua sede del gremio de mareantes, en la que se adora a la Virgen de su mismo nombre y al Cristo de Medinaceli.

La playa de San Lorenzo es, sin duda, uno de los emblemas de Gijón. Tiene casi tres kilómetros y medio de longitud y parece un hormiguero de gente. Está flanqueada por el Paseo del Muro, por donde los gijoneses pasean o simplemente se asoman al mar.

 En la Plaza del Arcipreste Ramón Piquero se encuentra la Iglesia de San Pedro y, justamente al lado, en Campo Valdés, las Termas Romanas. Se descubrieron en 1903 y en 1990 se reexcaban, con el fin  de crear un Museo in situ. Las Termas, construidas entre los siglos I y IV d. de C. , eran los baños públicos de la ciudad. Junto al yacimiento se muestran objetos y restos arqueológicos que nos permiten conocer las técnicas constructivas, la vida cotidiana, la flora y la fauna de aquella época. Del conjunto destacan los hipocaustos (sistema de calefacción) y las pinturas murales que decoraban las estancias.


 Un paseo por la Corrida es de rigor.
Un punto y aparte merece el Paseo de Begoña, antigua alameda, remodelado recientemente para recuperar su antiguo aire señorial, donde se encuentra el Teatro Jovellanos, el más destacado de la ciudad. Como un brote de los Jardines de Begoña, encontramos la Plaza de los Campinos, rematándolo, como fondo con la Iglesia de San Lorenzo. El Astro Rey ha llegado a su Zenit y nos dirigimos a la estación de autobuses, pues estamos ansiosos de ver más y más.


Nos han dicho que Candás no está muy lejos de Gijón y tiene una belleza natural sin igual. Antes de tomar el autobús, nos encontramos en la estación con Iberia, Miguel y la hija . Nos dimos un fuerte abrazo y nos despedimos de inmediato, pues el autobús para Madrid partía ya.

 Llegamos a Candás y la panorámica de ese puerto no tiene paralelo. Junto a la Iglesia de San Félix, sentimos el hambre. En la escalinata Jesús saciamos nuestro apetito y nos apresuramos a comenzar el recorrido, pues hoy mismo tenemos que regresar a Oviedo. Candás tiene un Museo de Pintura al aire libre. Comenzó a fines de los 70, plasmando en los muros de la villa diferentes escenas, haciendo un homenaje a la misma y teniendo como “leit motiv” el MAR. En la actualidad, este es un museo vivo que sigue ampliando su colección por las diferentes calles de la villa.

 Pueden admirarse los 18 murales, siguiendo este recorrido: Braulio Busto, Ramón y Cajal, Calleja Nolo, Avenida de la Constitución, Parque Conserveres, Carlos Albo, Pedro Herrero, c. Astillero, Rufo Rendulles y Puerto de Candás.

Aparte tiene unas vistas panorámicas tan impresionantes que nadie que haya llegado hasta aquí puede dejar de contemplarlas. Partiendo de la Plaza del Ayuntamiento, nos introducimos en el Parque San Antonio y caminamos en cuesta entre la panorámica del Mar Cantábrico y el acogedor verdor del Parque, hasta llegar a la Capilla de San Antonio. Desde ahí culminamos en el Faro, para descender por la senda verde San Antonio, mientras el espíritu se solaza con tan fastuoso escenario.

Partimos de Candás hacia Gijón, con el tiempo justo para retornar en el último autobús hacia Oviedo.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Andanzas por España III: Covadonga

Oviedo, 30 de Agosto de 2006 - COVADONGA

Está nuestro hijo, el mayor de los varones, pasando unos días con nosotros. Aunque ya habíamos visitado Covadonga, decidimos volver, pues él es amante de las cuevas y la montaña. Tomamos el autobús para Cangas de Onís. Esta ciudad no tiene gran aporte artístico para el visitante, aunque el movimiento turístico es grande. Hay muchas tiendas de alquiler de piraguas, pues el Sella es un río tradicional para descender y existe un negocio muy bien montado en el ramo. Igualmente otros deportes. 

Además hay muchas tiendas dedicadas a vender souvenires, quesos, sidras, etc… a los turistas, pues todos los que suben a Covadonga tienen que pasar por aquí. Creo que el legado histórico arqueológico más representativo de Cangas de Onís es el Puente Romano.

Cangas de Onís no tiene estación de autobuses. Nos apeamos en la Avenida Covadonga, la principal, esquina Bernabé Pendas, frente al Ayuntamiento. Caminamos dos cuadras y doblamos a la izquierda, por la calle Sargento, hasta atravesar el río Güeña, por un puente de madera, para llegar a los Aparcamientos, donde se compran los billetes y se toman los autobuses para subir a los Grandes Lagos, pasando por Covadonga.

La visita a Covadonga debe ser completada con la subida  a los lagos Enol y la Ercina. Desde Covadonga son 12 km. De continuo admirar. En una de las curvas iniciales topamos con el “Mirador de los Canónigos” y su panorámica de Covadonga, enmarcada entre montes y boscajes. Se sigue ascendiendo por el Valle del Reinazo y de la Huesera, que evoca la matanza aquí padecida por los árabes, en su dramática escapada a través de los picos.

 En el kilómetro 6 una pista a la izquierda de la carretera conduce a la Collada de Uberdón y La Vega de Comeya. En el kilómetro 7, el llamado  “Mirador de la Reina” oferta una espléndida panorámica del Cornión, con su Porra Ubendón a la derecha, alcanzando la vista las sierras de Priena y el Sueve, y llegando incluso a  ver el mar, si el celaje está nítido. Se enfilan los repechos más pronunciados y en el kilómetro 9 aparece el Arco Teón, con su cabeza de Elefante y sus majadas. Una corta bifurcación a la derecha lleva a la Fontana de Fana. 

Sobrepasado el último repecho, ya en el kilómetro 11,  nos internamos por “Les Valeres” (1107 m.), con vistas al Lago Enol. Es el primero y más grande de los dos, de origen glaciar, con una superficie de 515 metros de largo, 395 de ancho y 35 de máximo calado. Junto a él, la Porra homónima (1274m.) ofrece una soberbia contemplación del Cornión. Desde el borde del lago, mirando hacia el SE, nos sorprende la Vega de Enol, con las torres que la circundan.

A pie del Shornín, un bar restaurante ofrece chorizos a la sidra o quesos de los Picos. Frente al lago, a la izquierda, parte la pista que conducía a las desaparecidas minas de la Buferrera, por la que llegamos  al “Mirador del Príncipe”, con vasta panorámica de la Vega Comeya. Bordea la carretera el Lago Enol y La Picota, y un último kilómetro lleva hasta el segundo, el de la Ercina. Tiene éste escasa profundidad  (Unos tres metros) y es de forma oblonga, con abundante vegetación en sus orillas. En ambos lagos  se ha hecho repoblación de trucha, arco iris, tesca,  piscardos y cangrejo de río.

Hay un centro de información donde entregan un plano para hacer el recorrido por los Lagos y las Minas de Buferrera. Cuando no hay niebla, la vistosidad es grandiosa. Hace unos días el ascenso fue soleado. Hoy estamos envueltos por una gasa de neblina que quita profundidad, pero da misterio a la escena. Una vez caminados los entrelagos, tomamos el autobús para descender al Real Sitio de Covadonga, centro espiritual y religioso de los Asturianos.

Según la leyenda, el noble Pelayo persigue a un malhechor, hasta una cueva en el Monte Anseva. Cuando iba a apresarle, un hermitaño que custodiaba en ella una imagen de la Virgen, le pidió a Pelayo que le perdonase, pues quizá algún día éste necesitara el auxilio de la Santa Cueva. Y el futuro Rey le perdonó. Tras el comienzo de la Reconquista, con la derrota de los musulmanes en la Batalla de Covadonga, Pelayo instala su corte en Cangas de Onís.

Covadonga (Cova Dominica) significa Cueva de la Señora. Las asturianos llaman cariñosamente a la Virgen la Santina. Cabe destacar en la Cueva, el antipendio y la exedra del altar, en la que se muestra una representación con motivos referentes a la Batalla de Covadonga.

La Basílica terminó de construirse en el 1901, es de estilo neo-románico y está hecha en piedra rosácea y marmórea, sacada de las misma montañas de Covadonga.  En la Plaza de la Basílica se encuentra un monumento al rey Pelayo. En el estanque, bajo la cueva se halla la Fuente de los Siete Caños,  símbolo de sanación y lugar de referencia  de jóvenes casaderas, ya que la poesía dice: “La Virgen de Covadonga tiene una fuente muy clara, la niña que de ella bebe, dentro del año se casa”.

En la Santa Cueva se encuentran los restos de Pelayo. Desde inicios del siglo XX  la Santa Cueva cuenta con un paso subterráneo desde las inmediaciones del Hotel Pelayo. En 1944 se coloca el calvario en la abertura del acceso subterráneo a la Santa Cueva, de donde se contempla una hermosa panorámica de la Basílica.

Son las 5 de la tarde. Una interminable carabana de carros y autobuses inunda la Plaza y la Basílica está abarrotada de gente. No es para menos, comienza la novena  a la Virgen de Covadonga. Temiendo perder la conexión de Cangas de Onís con Oviedo, nos montamos en el autobús próximo y retornamos a Oviedo  transformados y contentos. Nos sentimos llenos de naturaleza y espiritualidad.

Andanzas por España II: Villaviciosa

Oviedo, 27 de Agosot de 2006 (VILLAVICIOSA)

Dormimos hasta que las agujas del reloj nos lo reprochan. Una radiante mañana nos invita a abandonar la casa para disfrutar de la naturaleza viva. Enfilamos la c/ Sacramento, Santa Susana, Marqués de Santa Cruz y Uría. Hay sosiego y paz en el ambiente.

 Caminamos entre terrazas de cafés, llenas de parejas maduras, que hacen tiempo para la comida, besuqueando las copas, mientras apuran sorbo a sorbo el vino. Llegamos a la Estación de Autobuses. En el Andén 23, subimos al autobús Oviedo-Llanes, para que nos deje a mitad de trayecto, en Villaviciosa.

Son las 2:30 p.m. Después de deleitarnos con la naturaleza de este paraíso, tras pasar por localidades importantes como Colloto, Pola de Siero, y La Vega, llegamos a Villaviciosa, comarca de la Sidra.

Caminamos unos cuantos metros por la calle Marqués de Villaviciosa y nos encontramos de frente con la Casa Consistorial, edificio de estilo sencillo y refinado que data de 1912. Está enclavado en la Plaza del Generalísimo, que, para mi sorpresa, mantiene el nombre de Franco, al igual que la Plaza de José Antonio, continúa con el nombre de Primo de Rivera.

 Detrás del Ayuntamiento, nos sorprende gratamente el Parque Ballina, zona de esparcimiento, recientemente remodelada, que data de 1928. Dando un paseo por su interior, encontramos la estatua que recuerda el mercado de ganado que antaño se celebraba en dicho lugar todos los miércoles, así como la escultura de bronce, obra del artista ya fallecido Eduardo Úrculo.

 La figura representa un sombrero y 7 manzanas y se erigió en memoria de uno de los fundadores de la fábrica El Gaitero, Don José Cardín. En este mismo Parque se encuentra el Quisco de Información y Turismo, que para nuestra desgracia estaba cerrado hasta las cuatro y media de la tarde.

El tiempo apremia, pues el último autobús parte para Oviedo a las ocho de la tarde. A falta de más información, recuerdo haber leído que Villaviciosa tiene bellísimas playas, siendo la de Rodiles una de las más concurridas y populares del Principado de Asturias. Buscamos transporte y el único medio, los autobuses de la Alsa, han efectúado  su último traslado a las 3:15 p.m. Ya sólo queda el viaje retorno.

 A falta de otro medio usamos el del autostop. Un señor cincuentón, muy agradable, nos encaminó a la Playa de Rodiles. Antes de descender a ella, obtenemos una panorámica como pocas veces vista. Es especialmente interesante  el valor ecológico del entorno, al estar incluido en la Reserva  Natural Parcial  de la Ría de Villaviciosa, hermoso estuario con aproximadamente 8,000 metros de longitud.

La playa cuenta con un paseo marítimo que circula por la margen izquierda de la Ría, con una longitud de 1,000 metros. Recorremos los mil metros, contemplando las lanchas y las aves. Comemos y a las  5:00p.m. estamos de vuelta en el kiosko de turismo, obteniendo información para el resto de nuestra excursión.

A pocos metros de la Estación de Autobuses, se alza sólida Santa María de la Oliva. La antigua Iglesia Parroquial  de Villaviciosa se levanta en el centro de la villa, en una pequeña plaza situada en la encrucijada de los caminos que conducen a Oviedo, Gijón y Santander. Es del siglo XIII (1278) y pertenece al periodo protogótico, si bien sus elementos más antiguos, como las portadas y el muro Norte de la nave, son ejemplos romantizantes tardíos.

 La titulación de Santa María de la Oliva puede proceder de la rama de olivo que porta en la mano la Virgen, esculpida en la portada principal del templo.
Hay otros centros como la Iglesia de San Salvador de Valdediós (“El conventín”) del siglo IX, Monasterio e Iglesia de Santa María de Valdediós (s.XIII), Iglesia de San Salvador de Priesca (s.X) y así como diez iglesias más, dignas de ser visitadas, pero sus distancias toman tiempo el recorrerlas, por cuya razón la Fundación José Cardín Fernández hace recorridos guiados todos los sábados partiendo de la “Casina del Olivo” a las 11:00 de la mañana hasta las 14:00 horas, con la finalidad de dar a conocer el prerománico y románico de Villaviciosa.

La fábrica de Sidra El Gaitero está a un kilómetro y medio de Villaviciosa. Contiene un gran museo abierto al público, en un edificio que data del 1900.

Partiendo de la Iglesia Nuestra Señora de la Oliva, nos adentramos en el limitado casco antiguo, por la calle José Caveda y Nava, denominada actualmente c/ del agua c/del sol y la García Caveda, descubriendo el pasado noble de  Villaviciosa, admirando las fachadas blasonadas, de palacetes y Casonas como el Palacio de los Peón, el Palacio y Torre de los Valdés o el Palacio de la Concha.

Especial interés tiene la Casa de los Hevia, por ser el edificio  en el que se alojó el Emperador Carlos I de España  y V de Alemania. La flota que transportaba al Monarca desde Flandes a España se vio inmersa, durante su travesía, en un temporal por lo que el Rey hubo de desembarcar en Villaviciosa; tras cuatro días de descanso, el séquito reanudó el viaje, que llevaría al Emperador a hacerse cargo de los Reinos de Castilla y León.

 Gracias a la amable acogida y hospitalidad de los villaviciosinos, el emperador les cedió su escudo, representado por un águila bicéfala, que pasó a ser el escudo de Villaviciosa.
La calle del Agua desemboca en la Plaza del Ecce Homo, donde encontramos restos de la antigua muralla medieval, originaria del s. XIII y construida en tiempo de Alfonso X el Sabio. 

En las inmediaciones de la muralla, en un conocido pasaje  conocido como la “Caleyina Les Indies” se encontraron durante unas excavaciones los restos de un taller de nuestros artesanos azabacheros.

Villaviciosa forma, junto a Colunga, Sariegu, Cabranes, Nava y Bimenes, la comarca de la Sidra. No queríamos partir para Oviedo sin degustar una botella de sidra. Entramos en una sidrería, justo enfrente de la Plaza del Ecce Homo. Pido una Sidra. Y al reclamo de que esté bien fría, me contesta: la sidra debe tomarse fresca, nunca fría. Escancia un viaje para Loly y otro para mí y apostilla: la sidra se bebe despacio y en un solo trago. Es un protocolo gracioso.

 El secreto estriba en que con el aireado del escanciado, la sidra toma vida y sabe muy rica, pero si no se toma seguido, se muere y ya no sabe igual. Me bebo media botella y con el estómago aventado y el paladar asidrado, nos dirigimos a la estación. Tomamos el autobús a las 8:00p.m. y en tres cuartos de hora estamos en Oviedo.

Andanzas por España I :A Oviedo en Autobús

El 27 de junio del 2006,  por razones médicas, viajamos a Pamplona, donde establecimos el campamento base. Estuvimos hasta marzo del 2007.  Dentro del tratamiento, tuvimos lapsos de tiempo más o menos largos que aprovechamos para recorrer ciertos lugares de España. Nos pasamos un tiempo con nuestros sobrinos Felipe y Valerie en Oviedo.

A OVIEDO EN AUTOBÚS

Una llamada: Nuestros Sobrinos.
Un anuncio: Tenemos casa.
Una invitación: Vengan a vernos.
Una resolución: Mañana partimos para Oviedo.

Tomamos el autobús de la ALSA a las 3:30 de la tarde, desde la estación de autobuses de Pamplona y, salvo algunas paradas técnicas para recoger pasajeros (Vitoria, Bilbao, Santander y algún otro lugar,), hicimos el recorrido en 7 horas. Todo el recorrido es un escenario donde la naturaleza es pródiga en verdores, luminosidad y contrastes.

 Luego de pasar Santander y Santillana del Mar, nos introducimos en Asturias, donde las panorámicas se acentúan todavía más. Desfilan ante nuestros ojos Colombres, Llanes y Ribadesella, donde el Río Sella desemboca en su Ría. El Sella es bien conocido por su competencia de piraguïsmo. Continuamos por Colunga, Villaviciosa, Pola de Siero y Coloto, para llegar a las 10:30 a Oviedo, en cuya estación solitaria nos esperaban dos solitarios: Felipe y Valerie, que estudian como jabatos para pasar el MIR.

Nos dirigimos a casa caminando, donde nos dieron la primera lección sobre la ciudad. De la estación de autobuses tomamos la Pepe Cosmen y Avenida Santander y a la izquierda la Uría, una de las calles más importantes de Oviedo. Atravesamos diagonalmente el Parque Campo de San Francisco, para continuar por la Santa Susana, atravesar la Plaza San Miguel y, remontando la calle Sacramento, desembocar en la Muñoz Degrain, donde en el nº18, entrepiso A, alcanzamos nuestro nido. Degustamos una suculenta cena y a dormir.

El nacimiento de Oviedo se remonta al s.VIII, cuando el presbítero Máximo y su tío Fromestano  fundan un monasterio en sus valles. Reinaba entonces el Rey Asturiano Fruela I, que, después de algunos años, lo eligió para fijar la residencia de su bella mujer Munia. En Oviedo nació su hijo Alfonso, que reinaría más tarde con el nombre de Alfonso II (791-842), quien convirtió a Oviedo en la Capital  del Reino Asturiano, trasladando su corte desde Pavia. La Cruz de los Angeles, una de sus joyas, forma parte del escudo del concejo ovetense. El Concejo de Oviedo está situado en el Centro del Principado de Asturias y alcanza los 200,000 habitantes.

El Casco Medieval

A mediados del s.XIII se inicia la construcción del recinto amurallado. De las 6 puertas de entrada, la principal se iniciaba en la calle Cimadevilla. Esta parte se utilizó para construir posteriormente el Ayuntamiento que aún conserva esa entrada.
Los nombres de las calles nos recuerdan las profesiones gremiales: Gascona (colonia de Francos), Zapatería, Platería, Carbonería, Ferrería o Canóniga.

En el casco viejo se concentra la esencia de la ciudad de Oviedo. La configuración de las calles mantiene prácticamente el trazado de su época medieval. El primer eje está formado por las actuales calles de Cimadevilla y la Rúa y, tras cruzar la Plaza de la Catedral, continúa por San Juan para desembocar en la calle Jovellanos. Justo en el arco que existe bajo el Edificio del Ayuntamiento y que da entrada a la calle Cimadevilla, se encontraba la puerta del mismo nombre que fue durante muchos años, lugar de paso de los miles de peregrinos que, rumbo a Santiago de Compostela, entraban en Oviedo para venerar a San Salvador y las reliquias que atesora la Cámara Santa.

El segundo eje los conforman las calles Mon, Santa Ana y Aguila, pasando por delante del recinto de la Catedral; por último, el tercer eje formado por las calles San José y San Vicente. La Catedral, con su impresionante torre, elevándose hacia los cielos (la segunda, paralela a ella, no se construyó por falta de recursos) es el centro del casco antiguo de Oviedo. Ante ella, una amplia plaza ganada para la ciudad en los primeros años del s. XX. (Antes una manzana de casas ocupaba este espacio) permite obtener la suficiente perspectiva, para contemplar con detalle la bella portada gótica y su amplio pórtico con tres arcos que invita a penetrar en su interior.

La Plaza de la Catedral está delimitada por un conjunto de nobles edificios, entre los que destaca la Capilla de la Balesquida, templo dedicado a la advocación de la Virgen de la Esperanza, que hace esquina con la Plaza Porlier  y que tiene su origen en el s.XIII, pero que fue reconstruido en varias ocasiones. A su izquierda, la Casa de los Llanes, edificio barroco del siglo XVIII, que linda con otro de corte clásico, que es sede del Colegio Notarial. A su lado se levanta el Palacio de la Rúa o del Marqués de Santa Cruz, del s.XV, que es la edificación civil más antigua de la ciudad, gracias a que sobrevivió al incendio que en 1522 asoló Oviedo. No obstante, la disposición original está alterada con un cuerpo con balcones, adosado en el s.XVIII.

El lateral izquierdo de la Plaza lo forman tres edificios. Destaca el más próximo a la Balesquida, que es el Palacio de Valdecarzana y Heredia, de los s.XVII y XVIII. Es un edificio barroco de tres plantas que acoge las dependencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. En el ángulo opuesto a la Capilla de la Balesquida, está la iglesia  de San Tirso, separada de la Catedral por la calle Santa Ana. San Tirso fue fundada por Alfonso II El Casto, en el s.IX, aunque desde entonces hasta nuestros días ha sufrido múltiples y sucesivas transformaciones, con lo que sólo se conserva de la época prerománica el testero del ábside central , con la ventana trigeminada, cuya silueta ha sido adoptada para el anagrama turístico de Asturias.

Contigua a la Plaza de la Catedral está la Plaza de Porlier, donde se levantaba el Castillo o Fortaleza, construida por Alfonso III El Magno, para la defensa de la ciudad, en el lugar donde actualmente se encuentra el edificio de Telefónica. En este espacio encontramos bellísimos edificios que la delimitan. El Palacio de Camposagrado, del s.XVIII, en primer lugar, que es uno de los palacios más bonitos de Asturias. Hasta hace poco fue sede  de la Audiencia Provincial y, trasladados estos a edificios más modernos, ha servido para la expansión del Tribunal Superior de Justicia.

Formando manzana con otros edificios está el Palacio de Malleza o de Toreno, también del s. XVIII, sede de organismos autonómicos y del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Cierra esta plaza el edificio del antiguo Banco Asturiano, hoy ocupado también por una entidad bancaria. Frente a éste, el edificio noble de la Universidad de Oviedo, destinado en la actualidad en exclusiva a sus dependencias administrativas. Merece la pena pasar a su interior para contemplar el claustro cuadrado con soportales que en su día pasearon el P. Feijoo o Clarín. La estatua del centro corresponde a su fundador Valdés Salas.

Una de las fachadas de la Universidad hace frente con la Calle Ramón y Cajal, reservándose, como vestigio físico del fuero del que gozó, un murete de piedra que, en su fachada, en la calle San Francisco, se señala con unas cadenas. Desde Ramón y Cajal, una pequeña Plaza de Riego da paso a la calle Peso que conduce hasta la Plaza de la Constitución, donde se levanta el Ayuntamiento. Enun tramo de esta calle cercana a la plaza, podemos ver vestigios de la primitiva muralla medieval, restos que son mucho más amplios en la calle del Paraíso, justo en el extremo opuesto del casco antiguo. 

La Plaza de la Constitución, de forma cuadrangular, la forman el propio edificio del Ayuntamiento y la Iglesia de San Isidoro el Real, que es la antigua iglesia del Colegio de los Jesuitas, que se extendía a su izquierda , en el lugar ocupado hoy por la Plaza del mercado y que hubieron de abandonar en 1767, tras su expulsión de España por la Pragmática Sanción de Carlos III. La Iglesia se levantó entre 1578 y 1740 y, al igual que la Catedral, estuvo diseñada con dos torres, aunque en ambos casos nunca llegaron a construirse. Muy cerca de esta iglesia está la Plaza del Fontán, un corro de edificios, recientemente rehabilitados por completo, que forman una plaza porticada y que constituye una de las zonas más entrañables de la ciudad. En su interior, bondadosas terrazas sirven de solaz y esparcimiento, disfrutando la degustación de un aperitivo, una botella de sidra o una buena comida. 

En las mañanas de los domingos, este mismo espacio acoge un pequeño rastro, con antigüedades, libros, monedas y cachivaches de todo tipo.

En la Plaza Daoiz y Velarde, nos sorprende el palacio del Marqués de San Feliz de 1735 (de propiedad privada y no visitable) y junto a él y casi a ras de suelo, el Caño del Fontán, fuente que data de 1657 y que fue reconstruida, en los últimos años del siglo pasado.

Bajo el edificio del Ayuntamiento se abre un arco que da paso a la calle Cimadevilla, que fue, durante épocas, el centro comercial, bancario y administrativo de la ciudad antigua, situación que se mantuvo hasta bien entrado el s.XIX. Por una calleja que se abre a la derecha, se pasa a la Plaza de Trasconrales, cuyo nombre da idea de su inicial situación, detrás de los corrales de las casas circundantes. Es una plaza pequeña donde sorprende encontrar un edificio de planta ovalada y que ocupa gran parte del recinto. Fue hasta no hace muchas fechas la Plaza del Pescado y hoy es centro cultural Municipal.

 Actualmente los bajos de las casas de la plaza están ocupados por magníficos restaurantes. Cerca de este espacio está la calle Mon, segundo eje del Oviedo Medieval, y que muestra una magnífica perspectiva de la Catedral y su torre. Hasta 1882 se llamaba de la Ferrería, por la industria existente en ella. En la actualidad, sobre todo en horas de la mañana, supone una invitación al paseo lento y contemplativo, mientras que por la noche se torna centro de diversión de la juventud que acude en tropel a los numerosos bares y pubs que se multiplican en los bajos de las viviendas, muchas de ellas recientemente rehabilitadas.

 La calle Máximo y Fromestano conecta a Mon con la Plaza del Paraguas, llamada así por la forma del tendejón levantado en su centro, construido para cobijar a las vendedoras del mercado de la leche, que se situaba en ese lugar, durante la primera mitad del siglo pasado. Desde este punto la calle Ecce Homo desciende hasta la de San José, límite del casco antiguo y lugar donde se abría otra puerta en la muralla.

 Muy cerca está la calle Paraiso, ya fuera del recinto, pero de interesante visita, porque discurre junto a los restos de la muralla medieval.
Desde la calle Mon y con suave pendiente en dirección a la Catedral, se conecta con la calle Santa Ana, donde se encuentra el Palacio de Velarde, que es el Museo de Bellas Artes de Asturias. Esta pinacoteca, la más importante de Asturias, ocupa además de este magnífico edificio, la Casa de los Oviedo-Portal, en la calle Paralela de la Rúa, unidos ambos inmuebles en el último piso. Tiene, pues, este Museo dos entradas, siendo la principal la de la calle Santa Ana.

 El Palacio de Velarde, construido en 1767, por el Arquitecto Manuel Reguera, es una magnífica muestra de la Arquitectura dieciochesca, con una fachada de bien labrada sillería. Por su parte, la Casa de los Oviedo-Portal data de 1660 y presenta una sencilla fachada barroca.

Desde  la calle Santa Ana se abre a la derecha un Pasaje, el Tránsito de Santa Bárbara, desde donde se contemplan los restos más antiguos de la Basílica: la Cámara Santa y la Torre Vieja. El Pasado conduce además hasta la Corrada del Obispo, una amplia plaza conformada por admirables edificaciones como el Palacio Arzobispal, de fisonomía barroca, que ocupa el espacio de los Antiguos palacios reales, del s.IX. 

Formando ángulo con él , está el Claustro Catedralicio, en cuya fachada se abre la Puerta de las Limosnas, donde el Cabildo entregaba pan a los pobres el día de Jueves Santo y, sobre ella, un gran balcón de forja, desde el que en 1808 se proclamó la guerra de la Independencia contra el ejército francés. En el extremo opuesto al Palacio Arzobispal se alza la casa del Dean Payarinos, construcción de 1909, que hoy acoge al Conservatorio Superior de Música.

Desde la Corrada del Obispo, parte la calle de San Vicente, que constituye, junto con la de San José, la tercera vía axial de la ciudad medieval. A poco de iniciarse, es cruzada por el Arco del Monasterio de San Vicente, configurando una clásica imagen de la ciudad vieja. En este lugar es donde físicamente se sitúa el origen de Oviedo, pues fue aquí donde los monjes Máximo y Fromestrano fundaron en el año 761, un templo en honor a San Vicente.

 Posteriormente el Rey Fruela I inició la construcción del primer núcleo habitado. De la primitiva construcción no queda nada y es un edificio de estilo renacentista y barroco  que acoge el Museo Arqueológico de Asturias. La siguiente edificación es la iglesia de Santa María la Real de la Corte, en cuyo interior está la tumba del P. Feijoo, que parece vigilarla desde su estatua, que se yergue en el centro de la plaza de su mismo nombre, adyacente a la iglesia.

 La última construcción de esta calle es el Monasterio de San Pelayo, que ocupan monjas de Clausura de esta orden religiosa, llamadas cariñosamente “Las Pelayas”, que mantienen la tradición del canto gregoriano y son especialistas en el oficio de la encuadernación. La edificación, portentosa, se ha visto ampliada con sucesivas reformas, desde el siglo X, como la construcción del claustro románico, en el siglo XII, la torre gótica del siglo XVII, o, ya en 1704, la fachada principal del monasterio.

Diversas esculturas jalonan Oviedo. En el casco viejo aparecen algunas como: “Las vendedoras del Fontán” de Fávila, en la Plaza de Daoiz y Velarde; “la vendedora de leche”, en la Plaza de Trascorrales; “El regreso de Williams B. Arresberg”, de Eduardo Úrculo, en la Plaza de Porlier; “La Regenta” de Mauro, en la Plaza de la Catedral; “La vendedora de pescado” y otras.

Oviedo es la capital del Principado de Asturias. Cuenta en la actualidad con 205,000 habitantes. El centro comercial está representado por la calle Uría y calles adyacentes. Las calles, en gran parte, están peatonizadas. Farolas de fundición de varios brazos, jardineras del mismo material con flores y plantas de temporada, sobre unos pavimentos renovados, así como una limpieza singular, dan la imagen de la ciudad cuidada, ideal para el descanso y el entretenimiento. Oviedo es un gran museo escultórico público.

En la Plaza de la Escandalera, se levanta el singular edificio conocido como la “Casa Conde”, diseñado por J.M. de la Guardia en el año 1904. En este espacio se encuentra también la sede central de Cajastur, proyectada en el año  1946, y concluida en 1965, cuyo reloj marca las horas en Oviedo repicando  con el sonido de “Asturias Patria Querida” (himno de Asturias). Cierra esta plaza otro edificio representativo, el denominado “El termómetro”, situado en la confluencia con la calle Fruela, que es obra de Saiz Heres y que recibe su popular nombre por su verticalidad y las cristaleras curvas que atenúan su esquina.

Frente a este edificio se encuentra el de la Junta General del Principado de Asturias, El Parlamento Autonómico, obra del Arquitecto García Ribero, que data de 1904. En la calle Santa Cruz sobresalen varios edificios de diferentes estilos, incluido el modernista, con fachadas ricas en matices y colores.

La calle Argüelles que surge desde la Plaza de la Escandalera, hacia el Este, es también una vía  con muestras arquitectónicas de valor, destacando especialmente el edificio del Antiguo Instituto Nacional de Previsión, hoy sede de la Administración Sanitaria de Asturias, que se levanta ante la Plaza del Carbayón. Insigne ejemplo de la modernidad, es obra de Vaquero Palacios. Ante este edificio se encuentra el conjunto escultórico de Esperanza DOrs, “Homenaje a la Concordia” Desde la Plaza de la Escandalera sale la calle Pelayo, donde a su inicio se sitúa el Teatro Campoamor, que constituye un auténtico emblema para Oviedo. Escenario de la entrega de los premios “Príncipe de Ásturias”. 

La escultura de Julio López “Esperanza caminando”, que representa a una joven estudiante que camina distraídamente, recibe en la calle a los asistentes al teatro. Frente a ésta, y unos pocos metros más allá, se levanta el portentoso “Culis Monumentabilis”, obra de Eduardo Úrculo. Siguiendo por la calle Pelayo, un gran edificio asalta al visitante: el espectacular “La Jirafa”, pequeño rascacielos que reflejó las ansias cosmopolitas de los años 50.

Otra magnífica escultura adorna el corazón comercial de Oviedo en la confluencia de 5 calles: Pelayo, Milicias Nacionales, Palacio Valdés, Posada Herrera y Diecinueve de Julio. Se trata de  “El Diestro”, obra de Miguel Berrocal. Muy cerca, en la calle Milicias Nacionales, casi en su entronque con Uría, podemos encontrarnos con una representación  de Woody Allen, en bronce, paseando por la ciudad que tanto alabó, cuando vino a recoger su premio “Príncipe de Asturias de las Artes”. 

A pocos metros, en la Plaza de Longoria Carbajal, presidida por una gran fuente monumental se sitúa la Escultura “MAVI”, obra de Santiago de Santiago. Desde esta plaza se puede ascender por la calle Covadonga hasta su confluencia con las calles Palacio Valdés y Melquiades Alvarez, que junto con Dr. Casal constituyen un área comercial en continuo movimiento ciudadano. 

En esta zona cabe destacar el templo parroquial de San Juan, que fue denominado “la catedral del ensanche” durante su construcción  en el primer tercio del siglo XX. La iglesia se ubica en el inicio de la calle Milquiades Álvarez, que entronca con la Uría, arteria central de la ciudad, donde se yerguen edificios de extraordinaria arquitectura, destacando las denominadas “Casas del Cuito” en los números 27-29 de la calle Uría, levantados entre 1913 y 1917. Perpendicular a la Uría nace la calle Gil de Jaz donde se encuentra el extraordinario Hotel de la Reconquista, que ocupa el edificio del antiguo hospicio provincial.

En esta zona de Oviedo se fue asentando, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, la burguesía. En la Plaza de la Gesta se levanta en uno de sus vértices, el Auditorio y Palacio de Congresos “Príncipe Felipe”, sobre el antiguo depósito de Agua  de Oviedo. A su lado encontramos el bello edificio de Hidrocantábrico, obre de 1964 de Joaquín Vaquero Palacios.

En el último tramo de la calle Uría se alza la estación del Ferrocarril. Un complejo proyecto de ingeniería permitió cubrir las vías creando nuevos espacios. A lo largo de la avenida se suceden dos esculturas  de Luis Sanguino: La primera, “Libertad”, representa a un hombre rompiendo unas cadenas; la segunda “Paz”, una mujer lanzando al aire cinco palomas. Unas fuentes situadas a lo largo del paseo completan la gran avenida. 

En la plaza de los Ferroviarios se encuentra la escultura “Hombre sobre Delfín”, copia de la original de Salvador Dalí. Cierra el espacio un moderno hotel. Un poco más abajo nos encontramos con la Moderna estación de autobuses, de donde parten autobuses continuamente para cualquier parte de la Provincia. A su entrada podemos admirar la escultura “La Menina” del escultor gijonés Orlando Pelayo. En la Plaza San Francisco, La “Maternidad” de Fernando Botero, realizada en bronce, pesa más de 800 kg. y mide 2.5 m. de alto.

Este es más o menos el Oviedo que hemos visitado.

En cuanto a los Centros Comerciales Modernos, hay uno en la Plaza Eduardo Gota Losada, no muy grande, ni de mucho movimiento. Otro en la Uría, formado por el Corte Inglés. Cerca, en la Nueve de Mayo, se encuentra el Centro Comercial “Las Salesas”, bastante grande y con mucho movimiento.

En la urbanización de Teatinos, al final de la Avenida Fernández Ladreda, está el Centro Comercial Los Prados, con más de 40,000m2, tiendas de todos tipos en áreas de modas, complementos, hogar y servicios alimentación especializada y restaurants, 14 salas de cine con la exclusiva tecnología IMAX y un tremendo hipermercado Carrefour.

 La línea nº 4 del autobús llega hasta ahí. Se pueda tomar en la Avenida Independencia. Frente al Centro Comercial “Los Prados” se encuentra la Mujer Gigante, atracción didáctica e interactiva, que explica el funcionamiento del cuerpo humano, a través de una visita real y virtual. Se toma como ejemplo el cuerpo de una mujer.

El mayor centro comercial es “El Principado”. Se toma el autobús nº 1 en la calle Argüelles. La terminal está en el mismo Principado. Es un centro completo y de dimensiones gigantescas. Es una delicia. Aquí Javier seleccionó su cámara fotográfica, aunque terminó comprándola en Gandía. Comimos en el Buffet Chino” El Principado” y casi los dejamos sin existencias. Qué harturas!

Ya Javi tenía que volver para Gandía y, para despedirnos, por la noche fuimos al boulevard de la Sidra. La calle entera está llena de sidrerías a ambos lados y de sidra que, al escanciar, se derrama, por lo que esta calle tiene un característico olor. 

Pedimos las sidras para escanciarlas nosotros. Tiramos más de la que bebimos y hasta remojamos al vecino. Fue única esta noche en Oviedo. Al otro día, nuestro hijo se fue para Gandía. Con su partida se fue nuestro entusiasmo y, como ya tenía piso en Bellreguard, a los dos días  estábamos a su lado.

viernes, 20 de marzo de 2015

Fundamentos filosóficos de la Educación II


FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Alcance de la filosofía educativa: Así como la filosofía general intenta comprender la realidad en conjunto, aunque de un modo sistemático, así también la Filosofía Educativa busca comprender la educación en general. En el momento educativo se le dice al niño cualquier cosa, pero la filosofía educativa no se mete en eso, sino que se va al fondo. La filosofía educativa depende de la filosofía  general, porque la mayoría de los problemas educativos dependen del problema filosófico. Ejemplo: No podemos criticar los ideales educativos que se tengan, ni podemos sugerir otros, sin considerar los problemas filosóficos que entran en todo eso. Al igual que la Filosofía general, la filosofía educativa puede ser: CRÍTICA O ANALÍTICA, ESPECULATIVA Y DESCRIPTIVA.


Es especulativa: Cuando busca establecer teorías educativas, o sea, de la Naturaleza del hombre, de la sociedad, del mundo, para poder interpretar los datos que se adquieren por medio de la investigación educativa. El filósofo educativo puede establecer de dos maneras  estas teorías, que son: 1º Basándose en teorías filosóficas existentes, llevándolas al campo de la educación. 2º Basándose en los problemas reales de la clase, y de ahí llegar a formar un sistema filosófico educativo.

Filosofía educativa prescriptiva: cuando especifica los fines que la educción debe seguir y los medios generales para conseguir estos fines.
Filosofía educativa crítica o analítica: Cuando ella misma analiza sus propias teorías especulativas.
LA METAFÍSICA Y LA EDUCACIÓN: La Metafísica hace referencia a los problemas de la realidad. La cuestión metafísica de si la vida humana tiene un propósito o no, esto es cuando se habla en la clase  de la vida del hombre, de la creación del mundo. Estos problemas expuestos son simplemente metafísicos. De la evolución de la creación de esta discusión concluye el estudiante que el Universo no tiene ningún propósito para él y llegará (el estudiante) a la conclusión de que todo no le importa. En estas condiciones, ¿Qué pasos ha de dar el individuo para satisfacer sus necesidades individuales? ¿Cuáles son? Solamente el profesor que tenga suficiente sentido de la vida podrá dar respuesta a estos problemas.

OTRO PROBLEMA METAFÍSICO: A veces oímos que hay que enseñar al niño y a la materia, otras veces se dice: quiero enseñar la materia. ¿Qué es el espíritu? ¿Es diferente del cuerpo? ¿Cómo puede relacionarse el espíritu con el cuerpo? En el problema educativo, se emplea el espíritu o el cerebro? Todo esto se debe considerar filosóficamente.

EPISTEMOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN: Uno de los principales intereses de la educación es descubrir y transmitir conocimientos. Aunque este es uno de los principales intereses, no todo lo que abarca la palabra educación puede considerarse como conocimiento. Por ejemplo, la convicción de creer que una creencia es verdad no quiere decir que lo sea. Hay quienes niegan que la religión y la moral de ésta ejerce una función o influencia benéfica en la sociedad. Con respecto a los conocimientos, el maestro puede admitir que no sabemos cuáles son las normas para juzgar LO QUE ES CONOCIMIENTO y LO QUE NO ES CONOCIMIENTO. He aquí una frase de Kant: “LOS CONCEPTOS, SIN PERCEPCIONES ESTÁN VACÍOS, Y ÉSTAS SIN AQUÉLLOS ESTÁN CIEGAS”

AXIOLOGÍA, ÉTICA Y EDUCACIÓN: La necesidad de una teoría ética (costumbres, moral) es esencial en la práctica educativa; de hecho consideran que el carácter ético de la educación es mucho más importante para los jóvenes que las materias cognoscitivas o de conocimiento. Aún aquéllos que atribuyen poca importancia a la filosofía, en la práctica educativa, se asombran de la necesidad que hay de los valores educativos. ¿Qué valores serán los más pertinentes? Los maestros evalúan a los estudiantes y viceversa. La sociedad evalúa a los profesores y viceversa. Por eso estos valores tienen gran importancia en la educación. El valor que el maestro otorga a sus problemas en la escuela, derivará de sus objetivos, o sea de lo que él se ha propuesto hacer.


AXIOLOGÍA PEDAGÓGICA:
El hombre, la concepción del mundo y de la vida: El primer supuesto filosófico de la educación, es que el hombre vive desde una educación del mundo: 1º Una concepción que se está viviendo y 2º una concepción a lo que se aspira. La vida del hombre se caracteriza por un movimiento que eleva las condiciones que posee hasta las que debe alcanzar. Por consiguiente, aquí entra de lleno el proceso educativo, el que se desenvuelve entre la particularidad del hombre concreto y la aspiración de este ser concreto. No hay nada más complejo que un ser humano; en él está todo lo individual y lo social. Este ser es una realidad individual social. El objeto supremo de este ser será EL IDEAL. No hay educación sin IDEAL. Por eso son importantes los VALORES en la Pedagogía. El ideal educativo parte de la visión del mundo por medio del ser humano, que penetra en el espíritu y sentimiento del hombre. Si esto no sucede, es como si no existiera el mundo para el hombre. La ciencia por sí sola no logrará unidad en la vida humana. La pedagogía, como ciencia que ayuda a la formación humana, tiene relación con la totalidad del hombre, no solamente en su ser biopsicológico, sino en su parte espiritual. La ciencia sola no puede dar respuestas a las preguntas del hombre. Los valores son los que pueden dar estas respuestas. Estos valores son los éticos, espirituales, etc. Si varía la idea que se tiene del hombre espiritual, resulta que la educación tiene que ser REVISADA, o sea que hay que ver de nuevo los fundamentos de ella y luego CAMBIARLA. Si varía la idea del hombre, hay que cambiar la educación y sus fundamentos.


La filosofía pedagógica se interesa profundamente en lo que se quiere, idealmente, que el hombre sea por obra de la educación. La filosofía pedagógica en sí, se interesa por lo que el hombre puede llegar a ser y en lo que aún no es. Se interesa en la formación en sí. La educación recibe entonces un carácter normativo o normas obligatorias. La ejecución se orienta por medio de valores e ideales; entre estos valores están: la verdad y la libertad, valores supremos en la educación del hombre. La verdad es el monumento supremo ante el que todos se inclinan. El hombre puede llegar a la verdad si posee la libertad. El hombre es esencialmente espíritu y, por tanto, no hay mayor libertad que el espíritu. Por eso, o sea, por el espíritu, el hombre posee la libertad, porque lo único que no se puede ATAR u OPRIMIR es el pensamiento y el espíritu de una persona. La búsqueda y conquista de la verdad es la forma más elevada de expresar la libertad. La educación queda limitada a una mera tarea que da normas con resultados precarios, cuando no la inspira una alta idea del hombre, de la vida, y de los valores que deben ser sus fines.

CONCEPTO Y TEMA DE AXIOLOGÍA FILOSÓFICA: tanto en la teoría, como en la acción educativa, siempre se mira la parte natural y espiritual del hombre. Lo más íntimo del espíritu es la idea del valor y el impulso para realizar estos valores. El hombre realiza valoraciones y el niño se ve obligado a reconocer las valoraciones o a someterse a las valoraciones que los mayores hacen. Estas valoraciones que se hacen, adquiridas ya,  se tornan determinantes de la conducta total del hombre. Predominan las valoraciones, sobre todo en la vida espiritual. Las más importantes de estas valoraciones, para la educación, son las de carácter ético, de tal manera que la moral se convierte en el objetivo supremo de la educación. El valor moral es uno de los más saltos para el cumplimiento de la tarea humana. El hombre, así como los objetos, es portador de valores. ¿Qué son los valores? Son especie de cualidades. La reflexión filosófica para penetrar en sus esencias (de los valores), las desprende de sus portadores,  y los piensa en sí mismos como entes propios. El tema del valor ha adquirido, en nuestra época, gran importancia y adquiere la categoría de norma cuando reviste un carácter general, no meramente subjetivo.


 Lo más importante, en una axiología fundamental es reconocer la objetividad de los valores, y esto con respecto a toda valoración subjetiva o arbitraria. De esta manera, las cosas son deseadas porque tienen valor, y no tienen valor solamente porque son deseadas, sino porque en SÍ tienen valor. Lo más importante, en cuanto a los valores, son los valores objetivos, que son aquellos que por ser valores los admitimos, aunque no nos gusten. La educación sería imposible sin una tabla de valores que señale el trabajo de estos. Debe existir una jerarquía de valores humanos.


JERARQUÍA DE LOS VALORES HUMANOS: ¿Qué jerarquía será la que se adopte? En la tabla axiológica de HARTMANN, él establece los valores-bienes, los valores de placer, los valores vitales o propios de la supervivencia, los valores morales, los valores éticos, los valores del conocimiento. El tipo de personalidad de un ser humano dependerá del orden de las cosas valoradas o de los valores que él adopte. Cada época se distingue por un orden de valores. De este orden de valores, el hombre extraerá su vida o sus normas de vida.  La época contemporánea se caracteriza por una confusión, por una subversión de valores. Lo técnico-material se sobrepone a lo ético y a lo metafísico.


ORTEGA Y GASSET nos dice que en nuestros tiempos se ha producido un destronamiento del espíritu.
Ha sobrevenido, en nuestra época, una preferencia por los MEDIOS, esto es, que nos hemos propuesto lograr los medios y fines de lo que queremos o de lo que perseguimos. Esta preferencia por los medios ha hecho perder en el hombre, la conciencia de los fines. Esto ha influido también en la parte pedagógica.
El MEDIO es el recurso de que nos valemos para llegar a lograr el fin. FIN es la meta que perseguimos. Hay FINES INMEDIATOS, que son los que se intentan conseguir de una vez, y FINES MEDIATOS, que son los que tenemos que lograr primero por medio de un fin inmediato y luego llegar al fin. Por ejemplo: al hacer una carrera profesional, tenemos que ir a la Universidad, estudiar mucho, etc., para luego conseguir ese fin mediato


En el campo pedagógico se ha llegado a preferir lo instrumental. Ha llevado también a preferir lo fundamental en la educación. Sin embargo se menosprecia en la formación totalitaria del hombre. A toda acción viene una reacción. Esta reacción se ha manifestado en el orden educativo. Según el orden de valores que adoptemos nos situaremos ante una filosofía de la educación que procurará establecer cómo debe ser la educación en un momento o época dados.

LA CULTURA Y LOS VALORES EDUCATIVOS: La educación tiene un propósito formativo y orientador del hombre en desarrollo, y esto de acuerdo con sus tendencias individuales, como con el objeto de hacerle participar de los bienes culturales, base de la sociedad. Entre los valores que más interesan a la educación están los intelectuales y los espirituales. Los intelectuales representan una gran contribución al aumento de los conocimientos. Los espirituales aseguran el acrecentamiento de la potencia espiritual. La personalidad o el ser humano formando es el más alto valor de la educación. El valor de la enseñanza depende de los ideales que ésta enciende o suscita. La debilidad de carácter del hombre contemporáneo tiene como causa principal la falta de valores o de principios supremos. La misión suprema de la educación es la entrada plena del individuo en el mundo cultural, en relación con los bienes y valores. La educación se mueve entre la subjetividad de las VIVENCIAS (VIVENCIA: todos los momentos de la vida del ser humano) y los valores objetivados en los bienes culturales.(OBJETIVADOS: son valores que se encuentran concretos o vivos en los bienes culturales). La enseñanza no puede ser pura y llanamente un trasvasamiento de bienes culturales; es un aprendizaje o actividad del educando en favor de la cultura y la formación. La educación es un íntimo enlace del espíritu subjetivo con el espíritu objetivo o bienes culturales, y a la vez, con el espíritu normativo o fines.


La educación es un íntimo enlace entre el espíritu subjetivo, objetivo y normativo. La cultura no se hereda, sino que se conquista. Los BIENES DE LA CULTURA son objetividades espirituales que necesitan ser aprehendidas consciente o inconscientemente. Uno de los problemas fundamentales de la pedagogía son los materiales de formación, y esto nos lleva a distinguir entre los bienes de formación y los bienes de la cultura. Ejemplo de los bienes de cultura: la televisión, las matemáticas, la radio, etc…LOS BIENES DE FORMACIÓN son los que llegan a influir en el sujeto. Ejemplo: los libros de texto que nos interesan e influyen en nosotros y nos forman.
La educación es desenvolvimiento del ser que se nos ha dado y, por otra parte, del proceso formativo del ser que aspiramos a tener. El bien cultural se vuelve materia de formación, cuando un contenido reviste significación para el desenvolvimiento individual.

                                                              ( SANTO DOMINGO, D.N. 26 de abril de 1973)



jueves, 19 de marzo de 2015

Fundamentos filosóficos de la Educación I


Resumen de las cátedras que impartí en el INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES (IES), auspiciado por APEC. ( tomado por mi alumna taquígrafa Sandra Chahín)
FILOS = amante
SOFIA= Sabiduría

COMO SE ORIGINA LA CIENCIA DE LA FILOSOFÍA: La filosofía, en su primer tiempo, se origina como una necesidad de saber. Este deseo de saber quería llegar a conocer un mundo desconocido. A medida que pasa el tiempo se van separando las diversas ciencias de la filosofía. En el s. XII, todo lo que trata de Teología se separa de la Filosofía. Vienen luego los grandes descubrimientos. En el s. XVIII, se separan las demás ciencias, tales como Física, Matemáticas, etc. Así como las demás ciencias tienen su objeto particular, la Filosofía pretende abarcar todo, es decir, abarcar a Dios, el hombre y el universo. Cuando a Pitágoras lo llamaron filósofo, él dijo que no lo llamaran así, sino un amante de la filosofía. Los tres grandes problemas que surgen en la Filosofía son: el problema METAFÍSICO, que trata del SER, el problema EPISTEMOLÓGICO, que trata del CONOCIMIENTO y el problema AXIOLÓGICO, que trata de los VALORES.


EL PROBLEMA METAFÍSICO: estudia la naturaleza de la realidad, por lo que será un intento relativo u ontológico.
Clasificación del ser, desde diferentes puntos de vista:
Los Monistas: decían que, cuantitativamente, el ser podía reducirse a algo único.
Los Dualistas o Tomistas: estos dividían la realidad o el ser en dos partes: una material y otra espiritual.
Los Pluralistas: Dividían la realidad o el ser en varias partes.
Los Monistas: cualitativamente reducían la realidad a una sola.
Los idealistas: cualitativamente la reducían a algo espiritual.



EL PROBLEMA EPISTEMOLÓGICO: estudia la Naturaleza del             CONOCIMIENTO. Inquiere CÓMO CONOCEMOS. Antes de hacernos esta pregunta de ¿Cómo CONOCEMOS?, nos haremos otra: ¿PODEMOS CONOCER?
Los Dogmatistas nos dirán: SÍ, PODEMOS CONOCER. Dicen que para poder conocer, tenemos que tener algunos conocimientos que sean ciertos, y que estos conocimientos no sean inferidos, o sea, que no hayan venido a formar parte de nuestros conocimientos, por medio de otras personas, sino por nosotros mismos, es decir, que sean innatos.

Los escépticos nos dirán: NO PODEMOS CONOCER. Niegan la posibilidad de alcanzar algún conocimiento, porque para ellos, no existen premisas o conocimientos ciertos.
El Falibilismo (Falibilis: equivocación).El Falibilismo consiste en que en la realidad, existen posibilidades de conocer, pero NO hay certidumbre, o sea, que no tenemos la certeza de conocer.

El DOGMATISMO, ESCEPTICISMO Y FALIBILISMO se preguntan si podemos conocer. Los filósofos contemporáneos o modernos están de acuerdo en que SÍ PODEMOS CONOCER.

Los diferentes modos de cómo podemos conocer:

El idealista se apoya en la MENTE, dice que el conocimiento consiste en ideas; las ideas son producto de la mente, o sea, que el modo de conocer es a través de la mente.
Los realistas dicen lo contrario; dicen que la mejor vía por la que nos llega el conocimiento del mundo externo es a través de las observaciones que podemos hacer por medio de nuestros sentidos
.
Los Tomistas o dualistas tienen un criterio similar a los realistas, pero también tienen el conocimiento REVELADO, aparte del conocimiento adquirido a través de la observación. El conocimiento REVELADO consiste en la revelación, o sea, por medio de la FE.
El realismo moderno cree en aquellas cosas solamente que se pueden demostrar en forma EMPÍRICA. Es decir, con experimentos o fórmulas.

EL PROBLEMA AXIOLÓGICO: estudia los valores o la naturaleza de los VALORES, por lo que se ocupará de estudiar lo bueno, lo malo, lo correcto e incorrecto, etc. La axiología se preguntará: ¿QUÉ ES LO BUENO? Cuando sepamos qué es lo bueno, podremos entonces hablar o saber  de la moralidad.

Moralidad: Los valores ¿son independientes de la humanidad o dependen de ella? Los que creen que los valores existen fundamentalmente independientes de la humanidad o del hombre, creen en la teoría llamada OBJETIVISMO.(es lo que se refiere a aquello que está fuera de la persona. El SUBJETIVISMO es lo contrario).

Los que opinan o creen que los valores existen fundamentalmente dentro o que dependen de la humanidad o del hombre, creen en la teoría o en la escuela del SUBJETIVISMO. Todos estos enfoques de la ETICA se dividen en cuatro escuelas: dos objetivas y dos subjetivas.
Dos escuelas objetivas:

La intuitiva: esta teoría afirmará que los valores existen como propiedades de los objetos y que los valores objetivos no dependen, en modo alguno, de la conducta de los hombres. Una vez que el hombre descubre y reconoce , mediante el proceso de la intuición, esos valores, está obligado a seguirlos tanto individualmente como socialmente.
La racional: Esta teoría sostiene que los valores son objetivos, por tanto, independientemente del hombre. Sin embargo, el descubrimiento del valor sobreviene como resultado de la razón humana y de la revelación sobrenatural.

Dos escuelas subjetivas:
La teoría naturalista del valor: niega que encontremos valores prefabricados, tanto en el orden natural como sobrenatural. Si los valores no existen prefabricados, serán creados, inventados por el hombre, como también probados por él.
La teoría emotiva: manifiesta que los valores son subjetivos, son juicios de las personas, expresiones emocionales, actitudes.

EDUCACIÓN

El común denominador de todas las alternativas mantiene que la educación es un proceso. Hay dos formas básicas, diferentes de encarar o afrontar este proceso; la de unos, que ven este proceso como un sacar a la luz, como un desarrollar aquellas CAPACIDADES OCULTAS en el individuo o formando, y otros ven la educación como un proceso de asimilación de TODO AQUELLO EXTERNO  que le interesa.
Educación, como manifestación: Si suponemos que la posesión de un cierto número de capacidades es parte integral de la NATURALEZA HUMANA, entonces podemos definir la educación como el proceso de desarrollo de esas CAPACIDADES OCULTAS Y PRIMITIVAS, que existen en el individuo.

Educación como adquisición: Otros, no es que nieguen que el hombre tiene un conjunto de potencialidades, sin embargo, piensan que el niño adquiere conocimientos externos, aunque sin negar que existen gérmenes para adquirir su conocimiento. La educación es para ellos el proceso de pasar o dar al niño todas las búsquedas que él no puede buscar o que necesita. Según el punto de vista de ellos, el niño se puede comparar con una esponja.
Educación como transacción: Esto es como un proceso de dar y tomar entre el hombre y el medio. En este proceso, el hombre desarrolla las actitudes necesarias para enriquecer tanto sus condiciones humanas como las condiciones del medio ambiente. La educación no puede ser impuesta de antemano, tiene que ser dada y tomada.

Educación y naturaleza humana: Estas tres concepciones que hemos visto se basan en conceptos muy diferentes acerca de la Naturaleza y del Universo. Si el hombre es creado por Dios, como tal debe ser educado, pero, por el contrario, si es una criatura biológica material,  como tal debe ser educado. Si el hombre de por sí es bueno, su educación no necesitará de mucho esfuerzo para que salga a relucir su bondad. La incumbencia de la filosofía en los temas de la educación dependerá del concepto que tengamos de lo que es la filosofía de la educación. Para responder primeramente a la pregunta: ¿QUÉ ES EDUCACIÓN?, tenemos que responder a la pregunta: ¿QUÉ ES EL HOMBRE?. Para poder responder a estas preguntas, hay que unir la filosofía o el ser, los conceptos metafísicos con la realidad práctica de la educación.