lunes, 2 de julio de 2018

La creación y la Biblia

Hace poco, pude comprobar en Yucatán cómo los mayas aplicaban los diferentes acontecimientos religiosos a los ciclos de su calendario. En la Biblia, la creación viene distribuida en los días de la semana.

Durante siglos, se daba una lectura fundamentalista de la Biblia, una interpretación literal, sin atender al estilo literario y poético de las narraciones bíblicas. Recuérdese la anatematización de Galileo Galilei por su convicción del movimiento de la tierra.

La Biblia nos dice en el Génesis que Dios creó la materia y tras un primer impulso, tras sucesivas transformaciones durante millones de años, se genera vida, primero de plantas, después de animales y finalmente del ser humano.

Entre fe y ciencia no sólo no hay contradicción, si no una mutua complementación. La ciencia hoy se inclina por creer que la materia proviene del Bing Bang, o fragmentación en millones de pedazos de la materia, que se esparcieron por el firmamento. Después del proceso de fragmentación y descenso de las temperaturas, aparecieron los astros, estrellas y planetas y, por supuesto, la tierra. Cuando otros millones de años se dieron las condiciones en la tierra, surgió la vida.

Dios habría dado el impulso inicial y fijado por las leyes de la naturaleza y ésta, obedeciendo el impulso del creador, en una cadena de transformaciones, llegó a generar las diferentes especies de vida. De una de estas especies, elegida por el creador, habría salido el homo sapiens.

Ahora bien, para el cambio de no hombre a hombre, hubo una intervención de Dios. El hombre está compuesto de cuerpo y alma.Ësta está creada directamente por Dios y en definitiva es lo que dignifica al hombre y, en mi opinión, el eslabón perdido que nunca se ha podido encontrar, porque se ha buscado fuera de lugar. La creación del hombre por Dios, es el eslabón perdido por la ciencia.

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