CASTILLO
DE VERDERA
13
de octubre de 2012
Castillo
de Verdera o San Salvador de Verdera o simplemente de San Salvador.
Estuvimos
en el Monasterio de Rodes y dejamos para otro día la subida al pico
más alto de la Sierra de Rodes, que aquí toma el nombre de Sierra
de Verdera. Se encuentra en el Municipio del Puerto de la Selva, en
la Comarca del Alto Ampordá, en la Provincia de Gerona.
Sólo
se puede acceder a pie. El acceso más fácil es por el norte, desde
el Monasterio de San Pedro de Rodes, por un sendero que existe. Y por
ahí subimos Javier mi hijo y yo.
Con
equipo de montaña y espíritu combativo emprendimos la subida. De
trecho en trecho contemplábamos un panorama cada vez más amplio.
Bellas vistas. El acceso por el SO, desde la hermita de San Onofre,
en Palau Sabardera, es mucho más empinado y escarpado. Desde el pico
donde se encuentra el castillo se domina un panorama privilegiado y
espectacular. Por el S y O se contempla toda la llanura del Alto
Ampurdán, con el golfo de Roses hasta el Macizo del Montgrí e Islas
Medas, y las montañas que forman la península del cabo de Creus.
Al
N y NO, las estribaciones de la sierra de Albera y buena parte de los
Pirineos Orientales, con el Bassegoda, el Comanegra, la Mare de Deu
del Mont, el Puigsacalm y Canigó. Allá se divisa también
parte de la llanura del Rossellón. Dicen que en días muy claros
puede verse la Roca del Far, el Matagalls y el Montseny, y si la
tramontana favorece, la Provenza y Mallorca.
Ahora
bien, en las laderas inmediatas de la Verdera se encuentran:
- Por el Norte: El Monasterio de San Pedro de Rodes y, un poco más abajo del Castillo, el antiguo pueblo medieval de Santa Cruz.
- Por el NE los de la Selva del Mar y el Puerto de la Selva.
- Por el SO, Palam Sabardera.
Este
nido de águilas sirvió de defensa del monasterio, de atalaya contra
la piratería, de Santuario y de mirador residencial de los Condes de
Ampurias. El Castillo de Verdera aparece mencionado por primera vez
en los documentos conservados en el año 904. Tiene una historia
larga y conmocionada, cambiando a cada momento de dueños.
Se
supone que el castillo fue inutilizado militarmente, destruyendo
buena parte de las construcciones, por orden del mariscal duque de
Noailles, durante la expedición de rapiña a San Pedro de Roda que
protagonizó en 1708, en plena Guerra de Secesión. Ya inútil para
la milicia, lo que quedaba del castillo debió regresar de inmediato
a manos del Monasterio, que lo poseía en el momento de la
Exclaustración (1835). Con la desamortización fue reclamado por los
Medinaceli, a los que fue reconocido y que lo han poseído hasta
fecha reciente.
El
castillo estaba protegido por una muralla, aún hoy imponente, con
tres torres semicirculares y tres rectangulares imperfectas
alternadas, más otra rectangular en el extremo SE. Tanto el muro
como las torres tienen largas aspilleras. La altura regular de esta muralla hace sospechar una destrucción intencionada del conjunto.
En
el castillo, desde muy antiguo, había una iglesia monumental, la
Iglesia de San Salvador. Hay muchas leyendas sobre el castillo, las
cuales vamos a obviar en esta expedición.
Mientras
estuvimos en la punta nos encontramos con muchos expedicionarios,
unos solitarios, otros en pareja y bastantes en grupo. Vino un grupo
de 40, de edad bastante avanzada con sus bastones y equipo de
montaña. Ahora bien, ninguno rayaba mi edad. Hicimos de fotógrafos
para que en cada grupo salieran todos en la foto. Y satisfechos
regresamos a casa.Yo no creía que iba a poder subir, pero la
voluntad lo puede todo.
De
regreso a casa, por Villajuiga, alcanzamos a ver un dolmen. Ahí mismo
acordamos planear nuestra ruta megalítica.
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