martes, 4 de agosto de 2015

Castillo de Verdera

CASTILLO DE VERDERA
13 de octubre de 2012

Castillo de Verdera o San Salvador de Verdera o simplemente de San Salvador.
Estuvimos en el Monasterio de Rodes y dejamos para otro día la subida al pico más alto de la Sierra de Rodes, que aquí toma el nombre de Sierra de Verdera. Se encuentra en el Municipio del Puerto de la Selva, en la Comarca del Alto Ampordá, en la Provincia de Gerona.


Sólo se puede acceder a pie. El acceso más fácil es por el norte, desde el Monasterio de San Pedro de Rodes, por un sendero que existe. Y por ahí subimos Javier mi hijo y yo.

Con equipo de montaña y espíritu combativo emprendimos la subida. De trecho en trecho contemplábamos un panorama cada vez más amplio. Bellas vistas. El acceso por el SO, desde la hermita de San Onofre, en Palau Sabardera, es mucho más empinado y escarpado. Desde el pico donde se encuentra el castillo se domina un panorama privilegiado y espectacular. Por el S y O se contempla toda la llanura del Alto Ampurdán, con el golfo de Roses hasta el Macizo del Montgrí e Islas Medas, y las montañas que forman la península del cabo de Creus.


Al N y NO, las estribaciones de la sierra de Albera y buena parte de los Pirineos Orientales, con el Bassegoda, el Comanegra, la Mare de Deu del Mont, el Puigsacalm y Canigó.  Allá se divisa también parte de la llanura del Rossellón. Dicen que en días muy claros puede verse la Roca del Far, el Matagalls y el Montseny, y si la tramontana favorece, la Provenza y Mallorca.
Ahora bien, en las laderas inmediatas de la Verdera se encuentran:
  • Por el Norte: El Monasterio de San Pedro de Rodes y, un poco más abajo del Castillo, el antiguo pueblo medieval de Santa Cruz.
  • Por el NE los de la Selva del Mar y el Puerto de la Selva.
  • Por el SO, Palam Sabardera.
Este nido de águilas sirvió de defensa del monasterio, de atalaya contra la piratería, de Santuario y de mirador residencial de los Condes de Ampurias. El Castillo de Verdera aparece mencionado por primera vez en los documentos conservados en el año 904. Tiene una historia larga y conmocionada, cambiando a cada momento de dueños.


Se supone que el castillo fue inutilizado militarmente, destruyendo buena parte de las construcciones, por orden del mariscal duque de Noailles, durante la expedición de rapiña a San Pedro de Roda que protagonizó en 1708, en plena Guerra de Secesión. Ya inútil para la milicia, lo que quedaba del castillo debió regresar de inmediato a manos del Monasterio, que lo poseía en el momento de la Exclaustración (1835). Con la desamortización fue reclamado por los Medinaceli, a los que fue reconocido y que lo han poseído hasta fecha reciente.


El castillo estaba protegido por una muralla, aún hoy imponente, con tres torres semicirculares y tres rectangulares imperfectas alternadas, más otra rectangular en el extremo SE. Tanto el muro como las torres tienen largas aspilleras. La altura regular de esta muralla hace sospechar una destrucción intencionada del conjunto.
En el castillo, desde muy antiguo, había una iglesia monumental, la Iglesia de San Salvador. Hay muchas leyendas sobre el castillo, las cuales vamos a obviar en esta expedición.


Mientras estuvimos en la punta nos encontramos con muchos expedicionarios, unos solitarios, otros en pareja y bastantes en grupo. Vino un grupo de 40, de edad bastante avanzada con sus bastones y equipo de montaña. Ahora bien, ninguno rayaba mi edad. Hicimos de fotógrafos para que en cada grupo salieran todos en la foto. Y satisfechos regresamos a casa.Yo no creía que iba a poder subir, pero la voluntad lo puede todo.


De regreso a casa, por Villajuiga, alcanzamos a ver un dolmen. Ahí mismo acordamos planear nuestra ruta megalítica.

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