miércoles, 15 de julio de 2015

Grecia en crisis

El mundo entero se ha visto envuelto en la mayor crisis económica conocida en nuestros tiempos. Cada cual ha ido reorientando su actividad económica con mayor o menor sacrificio, para llegar a salir de la crisis.

El sacrificio nunca es agradable, pero muchas veces es necesario. El pueblo español está saliendo de la crisis y creciendo como ninguno, porque ha sabido hacer, con mucho sacrificio, las reformas necesarias. Como vulgarmente se dice, ha hecho sus deberes.

En Europa han subido de escalafón dos fuerzas de izquierda: la española PODEMOS y la griega SYRIZA (coalición de la Izquierda Radical), con ideas heterodoxas que calan en los pueblos descontentos. Es el caldo de cultivo para subir al poder, pero no es base de sustento para ejercerlo.

Realidad de la economía griega:  la deuda pública es de 320mil millones de euros, lo que representa el 177% del PIB (Producto interno Bruto) del país.

En el 2004, el gobierno de Costas Caramanlís aumentó la plantilla de funcionarios, incrementando las nóminas del sector público en un 70% y los salarios de manera sustancial.

Según EUROSTAT ( Oficina Europea de Estadística), Grecia destina el 17.5% del PIB al sistema de pensiones, frente al 11% de la media del resto de países europeos. El promedio de retiro es de 35 años de cotización, frente a los 40 años de la media europea.

Estos hechos han originado la intervención, desde el año 2009, de la Troika (palabra rusa que significa grupo de tres). La Troika está compuesta por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas instituciones son las encargadas de supervisar las medidas de austeridad producto del "rescate".

Se le prestó a Grecia 110mil millones de euros, a cambio de recortes drásticos en el gasto público, reducción de salarios de los funcionarios, incremento de impuestos, reforma del sistema de pensiones y reducción del salario mínimo. Este primer intento no fue suficiente y, en Octubre de 2011, se aprobó un nuevo rescate, por un monto adicional de 130mil millones de euros.

Luego de 6 meses de gobierno presidido por Alexander Tsipras, el 5 de julio de 2015 se convoca un referendum para que el pueblo diga si está de acuerdo con las propuestas de rescate económico , presentados por la Troika.

El gobernante subió al poder entusiasmando al pueblo, prometiendo que con él no se pagarían los rescates. En el referendum, parte del pueblo apoyó a su presidente. Grecia quedó abrumadoramente sola, pues nadie, ni Rusia, va a ayudar a quienes no tienen garantías de poder reembolsar lo prestado.

Ahora, al momento de hablar de un tercer rescate, Tsipras considera las propuestas de la Troika como abusivas y humillantes y propone una plataforma antiausteridad. Pero sin austeridad no se sale de la crisis.

Todos sabemos del impacto de las medidas de austeridad sobre los sectores más vulnerables de la población, pero solamente hay una forma de salir de la crisis: sacrificarse y pagar. Y no engañar al pueblo con alucinaciones sin sentido.

La Unión Europea ha logrado un acuerdo con Grecia, finalmente, para acceder al nuevo rescate. La ayuda ascendería a 50mil millones de euros: 25mil se destinarían  a recapitalizar los bancos griegos, y el resto se destinaría una parte al pago de la deuda y la otra a planes de inversión. No habrá reducción de la deuda.

La experiencia griega  nos debe servir de ejemplo, entendiendo las consecuencias de un endeudamiento indiscriminado y sin control.

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