sábado, 28 de marzo de 2015

El Invierno de mi Vida


Recibí un correo en el que me recordaban  que ya era invierno en mi vida.

El tiempo pasa y siempre le coge a uno desprevenido. ¡Cómo se pasan los años!

Tengo vivencias desde mi primer año de vida. Todos los años los he vivido uno a uno. Al principio tardaban en pasar, al final se han ido veloces. ¿Dónde están mis ilusiones, mis sueños, mis realizaciones, mi juventud?

Cuando veía gente mayor, a la que siempre estaba dispuesto a ayudar, jamás pensaba que ese invierno me llegaría tan rápido.
Mis amigos de juventud se han ido muriendo; los que viven son ya personas mayores que se mueven con lentitud, dando razón a la canción: "...ahora sí caminas lerdo, viejo mi querido viejo"

Unos en mejor forma que otros, la edad deja estigmas en el cuerpo y todos somos aquellos mayores que jamás soñamos llegaríamos a ser.
Tomar una siesta no es algo reconfortante, como antes, es algo necesario, porque si no lo hago por mi propia voluntad, simplemente me quedaré dormido donde esté sentado. El Metro es testigo, cuando consigo asiento, de lo que digo.

El invierno de la vida es la etapa de los dolores y achaques, pérdida de fuerza o habilidades, pero no importa lo que dure, para quienes tenemos fe, nos espera como recompensa una vida mejor.
Ciertamente que hay cosas que no hubiese querido hacer, otras que, por una u otra razón, no llegué a hacer; pero en general, estoy satisfecho de las muchas cosas que hice.

No sé si tú llegarás al verano, otoño o invierno de tu vida, pero debo recomendarte que lo que tengas que hacer lo hagas pronto, pues el invierno de la vida llega pronto;¡imagínate si no llegas al invierno!

Di a tus seres queridos que los quieres y ayúdales en lo que puedas. Así te recordarán con cariño, por todo lo que hiciste por ellos.
La vida es un regalo que se te ha dado. La forma en que la vivas es decisión tuya. Sé feliz  y transmite felicidad a quienes te rodean.

Si te olvidas de los nombres de la gente, no te importe; otros se olvidan de que te conocieron.

Tienes tres tallas en el armario; dos de ellas jamás llegarás a usar, pero hay algo sagrado que jamás olvidarás: las viejas canciones y, sobre todo, los viejos amigos.

Proverbio chino: recuerda que el día en que naciste, todos reían y tú llorabas; vive de manera que cuando mueras todos lloren y tú rías.

2 comentarios:

  1. En verdad me has dado mucho para pensar...
    No sé de mi invierno aún, pero sí quisiera en la estación que me encuentro, dar lo mejor y ser lo mejor, sobretodo no callarme nada, decir a quienes quiero que los quiero, y olvidar toda mala intención, al final, es ganancia por cualquier lado si se mira así la vida.

    Un abrazooo, me encantó!!

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  2. Es el arte de saber vestir la ropa adecuada para cada estación. Aprender a ser feliz y transmitir esa felicidad a quienes te rodean.

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