miércoles, 21 de febrero de 2018

PORTAVOCES Y PORTAVOZAS

Estamos viviendo en una España convulsa, desconocida y diferente, con instituciones, no sólo políticas, con una corrupción rampante, con una inseguridad cada vez mayor, con un irrespeto a las normas, propulsando la ideología de género, desconociendo cual en la normalidad de las cosas, en algunas comunidades facilitando el consumo de las drogas, etc. etc. etc. El parlamento ha perdido la seriedad que le corresponde. A veces se parece más a un mercado de verduleras que a una fábrica de leyes.¿Cómo pueden permitirse rufianes? ¿Por qué los diputados pueden retirarse por tiempo y continuar cobrando? ¿Por qué en lugar de confrontar ideas se afrenta a las personas?

Me recuerda el Senado de Roma y las Catilinarias de Cicerón. Fueron pronunciadas después de ser descubierta y reprimida una conjura encabezada por Catilina para dar un golpe de Estado. En nuestro parlamento hay Catilinas y yo, con Cicerón les digo: "Quousque tandem, Catilina, abutare pacientia nostra?" (¿Hasta cuándo, Catilina, vas a abusar de nuestra paciencia?)

Si Emilio Castelar estuviera en nuestro parlamento renunciaría a su curul.

La nueva gramática de la lengua española dice: "cuando se hace referencia a sustantivos que designan seres animados, el masculino no sólo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos. En el lenguaje de la política se percibe una tendencia reciente a construir series coordinadas constituidas por sustantivos de personas que manifiesten los dos géneros. Ejemplo: a todos los vecinos y vecinas. Una masiva ovación de los diputados y las diputadas.

No obstante, el circunloquio es innecesario cuando el empleo del género no marcado se considera suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo, lo que sucede en un gran número de casos"

Los políticos, tratando de granjearse el favor femenino, abusan del pleonasmo, en detrimento de la belleza literaria. Pero el colmo de la copa fue el jueves 8 de febrero, por la mañana, cuando oí a Irene Montero, de Podemos, decir: portavoces y portavozas..

Para mi, ella se dio cuenta de que había metido la pata, pero estos políticos arrogantes que no son capaces de reconocer sus yerros, se aferran a mantener su error con defensas muy poco afortunadas. Se defendió diciendo que las mujeres tienen que defenderse y que los de la academia española eran unos machistas. ¡Cuántas burradas en tan poco tiempo! Para colmo, Pablo Iglesias, en los Desayunos de la mañana la defendió totalmente, alegando que la mujer está llamada a protagonizar la sociedad.

Ante tanto desafuero, no me puedo rebajar  y prefiero callarme, aunque, por supuesto, no puedo estar de acuerdo. Que lo sepan todas las portavozas de Podemos.

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