miércoles, 24 de enero de 2018

Destino: Lourdes

Viernes 3 de mayo de 2012. Son las 11 de la noche. Javier, tras salir de su trabajo se presenta en nuestra casa junto con Adela. Están de vacaciones y el sábado se van a un pueblo a visitar a unos amigos y como van a regresar el domingo, día de las madres, quieren despedirse. Loli estaba ya durmiendo y estuvimos conversando un rato. Aprecié, a través de la conversación, que se estaba gestando un viaje.

De regreso de su visita, el domingo por la noche vinieron a casa para pasar un rato con su mamá y le ofrecieron como regalo del día de las madres uno de sus grandes sueños: viajar a Lourdes.

El martes 7 de mayo, a las cinco de la mañana, nos recogieron con su coche nuevo, que en este largo viaje vamos a poner a prueba. A las 5:15 de la mañana partimos. En un rato llegamos a la Jonquera. De ahí hasta Perpiñán la tierra va despertando, brindándonos un amplio abanico policromado de indiscutible belleza. El sol, cual pavorreal etéreo, quiere imponer sus formas y colores, y lo logra, forzando sus haces a través de los visillos del horizonte. Viajamos en este tramo a orillas del Mediterráneo.

Javier tiene una coronariografía del viaje, teniendo en cuenta que son dos días y queremos aprovechar para visitar ciudades importantes en el camino.

Pronto llegamos a Carcasona. El turismo insular de la ciudad, pero nuestra gran ventaja es la de haber llegado temprano, de forma que no tuvimos problemas de parqueo y pudimos saborear cada punto a nuestras anchas.

                           Primera parada:Cité de Carcassonne

Había oído hablar del castillo de Carcasona, pero realmente es una ciudad (Cité) amurallada. Carcasona  es una comuna francesa, capital del departamento del Aude, en la región Languedoc-Rosellón, situada en el sur de Francia, a medio camino entre Perpiñán y Toulouse. Es conocida por su ciudadela amurallada, un conjunto arquitectónico medieval, restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX y declarada en 1997 patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Hacia el año 800 a. C. la ciudad, situada en una colina, se convirtió en un importante centro de intercambio comercial. Desde la época prerromana han existido fortificaciones en la colina que hoy ocupa Carcasona. La ocupación más antigua conocida del lugar se remonta al siglo VI a. C. con la construcción de una fortaleza(oppidum) en el promontorio rocoso que domina el valle del Aude.

En el año 27 a. C. esta población Carcaso Volcarum Tectosagum, se convirtió en la colonia Julia Carcaso. Durante los turbulentos años de finales del siglo IV a. C. y comienzos del III, la ciudad se protegió con la construcción de un muro de unos 1200 m de largo. La fortificación constaba de dos líneas de murallas y un castillo, a su vez rodeada de fortificaciones que se extienden a una longitud de 3 km. Las Murallas Romanas se reforzaron con bastiones en forma de herradura situados a intervalos regulares. La técnica de construcción es típica de la época romana tardía: un núcleo de mampostería revestido de piedra de cantería, alternando con tramos de ladrillo, todo ello sobre sólidos cimientos. La puerta de Narbona al este y la del Aude al oeste, son elementos defensivos particularmente elaborados.

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